Hoy quiero compartir una realidad urgente: el entorno digital, tan vital en nuestra vida y aprendizaje, presenta también amenazas muy reales para la infancia. Según el artículo “Ojo, estos son los monstruos de internet que acechan a la niñez”, los niños enfrentan a diario riesgos concretos, como el abuso y la explotación sexual en línea.
Algunos datos estremecedores del informe:
- Más de 120 millones de materiales de abuso sexual infantil fueron detectados y eliminados de plataformas digitales solo en 2023, según datos del Canadian Centre for Child Protection y WeProtect Global Alliance.
- El informe revela que 1 de cada 12 niños y niñas en el mundo ha sido expuesto a algún tipo de abuso o explotación sexual en línea.
- Un 66% de los niños que sufrieron este tipo de violencia lo hicieron a través de plataformas de mensajería.
- Y lo más preocupante: el 80% de los niños que reportaron estas situaciones dijeron que ocurrió en sus propios hogares.
«Una de las cosas más terribles de este tipo de violencia es que sucede muchas veces sin que los adultos que conviven con el niño lo sepan», advierte el informe.
Como sociedad, educadores, padres, madres, familias, tenemos la responsabilidad de:
- Aumentar la concientización: hablar abiertamente, compartir información, derribar tabúes.
- Capacitar a familias y comunidades: sobre privacidad, uso responsable y herramientas de control.
- Promover políticas activas: exigir a plataformas tecnologías transparentes y sólidas para la detección y erradicación de abusos.
- Fomentar redes de apoyo: proteger a la niñez desde el entorno más cercano, desde la escuela hasta el hogar.
No se trata de generar miedo, sino de impulsar una conversación urgente y transformadora sobre la protección digital de la niñez.
La tarea es de todos.
