Los conflictos legales a menudo se resuelven de manera adversarial, llevando a largos procesos judiciales que consumen tiempo y recursos.
Esto no solo genera estrés y costos elevados, sino que también puede dañar relaciones y dejar a las partes insatisfechas con el resultado.
El Derecho Colaborativo es un enfoque innovador que busca resolver conflictos de manera cooperativa, promoviendo el diálogo y la participación activa de todas las partes involucradas. Este modelo se basa en la premisa de que las disputas pueden resolverse de forma más efectiva y satisfactoria fuera de los tribunales tradicionales, mediante la cooperación y el consenso.
Apuesto que también puede ser un modelo de JUSTICIA COLABORATIVA, una alternativa enfocada en la cooperación y el consenso, permitiendo resolver conflictos de manera más efectiva y armoniosa. Generando confianza en el sistema y en las prácticas del sistema, priorizando el respeto, la transparencia, y se anclado en principios de responsabilidad compartida y empoderamiento de las partes.
El trabajo consiente y comprometido hasta el máximo por la gestión de los conflictos (además de la gestión de los procesos) representa un cambio significativo hacia una cultura de resoluciones pacíficas y sostenibles, destacando la importancia del diálogo y la cooperación como herramientas fundamentales para la igualdad y la legalidad.