A veces, lo más simple es también lo más importante. La protección de la vivienda familiar puede parecer un concepto sencillo, pero es fundamental para asegurar el bienestar y la estabilidad de las familias. Conocer estos derechos es información útil para todos, y el Código Civil y Comercial en Argentina (CCCN) establece mecanismos esenciales para resguardar el hogar familiar.
La vivienda familiar es uno de los bienes más importantes para garantizar la estabilidad y el bienestar de las familias. Por esta razón, el CCCN Argentina establece mecanismos específicos para protegerla.
¿Qué implica la protección de la vivienda familiar?
Bajo la normativa actual, la vivienda puede ser declarada como bien de «protección especial» (antes conocido como “bien de familia”). Esto significa que no puede ser utilizada para saldar deudas, salvo aquellas que estén directamente relacionadas con el financiamiento o los gastos de mejora del hogar. Este tipo de protección es una medida para asegurar que las familias puedan conservar su hogar incluso frente a situaciones de crisis económica o conflictos legales.
¿Quiénes pueden solicitar esta protección?
Esta medida no solo está pensada para parejas, sino también para proteger a los hijos, ascendientes, descendientes o cualquier otro miembro del núcleo familiar. En caso de divorcio o separación, la protección de la vivienda familiar sigue siendo prioritaria, asegurando que el espacio donde se desarrolla la vida familiar quede resguardado.
¿Por qué es importante?
La seguridad habitacional es esencial para el desarrollo personal y emocional de cada miembro de la familia. Al proteger la vivienda, se protege también la integridad de las relaciones familiares, ofreciendo un marco de seguridad y pertenencia.
Esta normativa refuerza el compromiso de nuestro sistema legal con el bienestar de las familias, destacando el hogar como un espacio fundamental que trasciende lo material.