Los niños y adolescentes sin cuidados parentales a menudo se enfrentan a la separación familiar y largos procesos de institucionalización. El tiempo pasa, y para ellos, parece detenerse.

¿Qué sucede cuando no se priorizan los lazos familiares y la única solución parece ser la separación definitiva?

Las alternativas para algunos niños son escasas, pero los equipos técnicos (ET) trabajan para encontrar soluciones dentro de la familia ampliada o en referentes afectivos. Estas alternativas pueden ofrecer un entorno adecuado y proteger el bienestar del niño, priorizando siempre su interés superior.

Aunque las soluciones no siempre son mágicas ni exactas, lo importante es no dejar de buscar. En cada esfuerzo por encontrar un entorno protector y afectivo, estamos preservando el derecho de los niños a crecer en condiciones que promuevan su bienestar, ofreciendo una oportunidad para que su vida esté guiada por la estabilidad y el cuidado que tanto necesitan.

La búsqueda de alternativas, tanto dentro como fuera de la familia, no debe ser solo una opción, sino una obligación. La preservación del bienestar infantil nos desafía constantemente a replantear nuestras prácticas.

Como operadores del derecho, es nuestra responsabilidad garantizar que los niños crezcan en entornos que promuevan su desarrollo emocional y físico. Quizás no siempre sea en la familia de origen, pero el esfuerzo debe estar siempre enfocado en su bienestar y en priorizar su interés superior.