La adopción es una de las intervenciones más significativas y complejas en la vida de un niño. Sin embargo, el proceso no termina cuando se firma la adopción. La adaptación del niño a su nueva familia, y la de la familia al niño(s) entorno y vida es un camino que requiere tiempo, paciencia y apoyo constante.

Factores que Influyen en la Adaptación

Según voces expertas[1], el proceso de adaptación puede variar ampliamente según varios factores, entre los cuales destacan:

  • Edad del niño: los niños adoptados a edades más avanzadas pueden haber acumulado experiencias adversas que afecten su capacidad de formar vínculos seguros. El sentimiento de abandono puede estar más arraigado, lo que dificulta la construcción de una relación sólida con la nueva familia.
  • Historia de maltrato: Si el niño ha sido víctima de maltrato físico o emocional, puede presentar desafíos adicionales como inseguridad, dificultad para expresar emociones y un autoconcepto negativo.
  • Adopciones previas fracasadas: Estas experiencias pueden generar en el niño un miedo profundo al abandono, afectando su capacidad para confiar en los adultos y estableciendo patrones de comportamiento defensivos.

Desafíos en la adaptación familiar y social

Los niños, niñas o adolescentes (NNA) en procesos de adopción enfrentan un cambio radical al ingresar a una nueva familia. Este cambio puede provocar una serie de dificultades emocionales y comportamentales y problemas para formar lazos afectivos.

En el ámbito social, aunque muchos NNA adoptados logran establecer relaciones saludables con sus pares, algunos pueden experimentar conductas de inhibición o, por el contrario, de irritación. Estas dificultades pueden, en algunos casos, influir en los procesos de guarda o durante las transiciones que el mismo proceso subjetivo de adaptación conjuntamente con el proceso legal de la adopción conllevan.

La adaptación es un aspecto de la adopción.  El bienestar emocional es individual pero también colectivo. Los vínculos afectos condicionan el crecimiento del ser humano.  Algunos psicólogos reconocidos como Harry Harlow[2] explica que los vínculos afectivos se forman “a través de la necesidad básica de cercanía y seguridad emocional.”

La importancia del apoyo Pre y Post-Adoptivo

A pesar de estos desafíos, la adopción puede ser una intervención profundamente positiva, siempre que se ofrezca el apoyo adecuado. Es fundamental que las familias adoptivas reciban asesoramiento y asistencia continuada para facilitar el proceso de adaptación del niño.

Espacios terapéuticos puede ser una herramienta fundamental para abordar los problemas emocionales y comportamentales, ayudando al niño y a la familia a integrarse en su nuevo entorno de manera saludable.

Un cierre siempre abierto

La adopción es mucho más que un proceso legal; es un viaje emocional que requiere un enfoque multidimensional. El éxito de la adopción no solo depende de la disposición de los padres adoptivos, sino también del entorno de apoyo disponible para abordar los desafíos únicos que cada niño presenta.

La adaptación no es inmediata, pero con el apoyo adecuado, el niño y la familia pueden superar sus desafíos iniciales y desarrollar una vida plena y satisfactoria dentro de su nueva familia.


[1] De la Peña Valbuena, Sonia, Psicóloga especialista en Psicología Clínica. Articulo publicado en https://psicologos-granvia.com/articulos/la-adopcion-y-la-adaptacion

[2] Harry Frederick Harlow (1905-1981) Fue un psicólogo estadounidense conocido por sus experimentos de separación materna, necesidades de dependencia y aislamiento social en monos rhesus, que pusieron de manifiesto la importancia del cuidado y el compañerismo para el desarrollo social y cognitivo