Hoy quiero compartir con ustedes una imagen que representa no solo mi papel como jueza del Fuero de Familia y Niñez, sino también la esencia misma de nuestra labor: la conexión profunda con las vidas que impactamos.

En este momento sostengo algo más que un bebé; sostengo la responsabilidad de proteger derechos y velar por el bienestar de quienes son un presente y representan el futuro de nuestra sociedad.

En el sistema judicial, a menudo nos sumergimos en códigos, leyes y procedimientos, pero no debemos perder de vista la humanidad que late detrás de cada caso. Esta imagen simboliza la intersección entre la justicia y uno de sus justiciable, un recordatorio constante de que detrás de cada expediente hay vidas e historias que merecen ser escuchados con respeto (en el que se incluye a niños de muy corta edad).

La vida misma se aloja y se inscribe en un proceso judicial.

En el Fuero de Familia y Niñez, nos encontramos en la encrucijada de decisiones que pueden moldear el curso de una existencia. No se trata solo de aplicar la ley, sino de comprender las complejidades objetivas y subjetivas que rodean cada situación.


Al acoger a este niñito (sujeto de derechos), asumimos también la responsabilidad de construir un sistema en el que quepan -aún a esa corta edad- y sean “mirados y comprendidos» en un proceso judicial.

Cada palabra que escribimos en una sentencia tiene un impacto real en las vidas de las personas, especialmente de los más vulnerables. Es crucial recordar que la justicia no se trata solo de imparcialidad legal, sino de proporcionar un entorno donde la equidad y la empatía ante los conflictos ajenos florezcan.

A quienes trabajamos desde esta perspectiva y lugar, estos momentos (hoy estampados en esta imagen) no solo representan la función que ejercemos, sino que es una propuesta común (porque somos varios, créanme) en pos de aferrarnos a la esperanza de un sistema judicial que abraza la humanidad en cada decisión.

No puedo soslayar que este servicio es comunitario. Mis compañeros de oficina son los responsables de la documentación de cada momento. Y agradezco la responsabilidad y la sensibilidad con la que desempeñan cada tarea encomendada.