Nuestro juzgado abordó este tema en una sentencia donde decidimos «detener» el proceso “sin concluirlo”. En este caso, una joven víctima de violencia por parte de su padre, que había solicitado medidas protectoras en dos ocasiones, desistió del proceso por segunda vez. Esta dinámica de denuncia y retractación refleja la complejidad del fenómeno. El caso de esta joven, a la que llamaremos Melody (nombre ficticio), es un claro ejemplo de estas complicaciones subjetivas y procesales.

El Síndrome de Acomodación

Descrito por Ronald Summit en 1983, este síndrome explica cómo las víctimas de abuso sexual, bajo presión psicológica y emocional, pueden retractarse de sus denuncias iniciales para intentar restaurar un equilibrio ficticio y protegerse del agresor. La falta de apoyo y el miedo a las represalias son factores determinantes en este comportamiento.

La Retractación de Denuncias

En el caso de Melody (18 años), observamos un patrón de retractación que no es inusual en situaciones de violencia doméstica. Tras haber solicitado medidas de protección, desistió del proceso, situación que ya se había presentado cuando tenía 16 años. Esta retractación no debe interpretarse automáticamente como una indicación de que los hechos denunciados no ocurrieron. Las conductas desplegadas por Melody y su padre nos sugieren presiones y conflictos emocionales intensos.

Enfoque de Derechos: La Justicia como resorte de las Garantías Personales

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Ley Nacional 26.485 y la Convención de Belém do Pará subrayan la necesidad de investigar con debida diligencia los casos de violencia de género. Los jueces deben adoptar una perspectiva de derechos y evitar la revictimización. La retractación de una víctima puede ser una respuesta a un “ciclo de violencia y no una negación de los hechos”.

Propósito de nuestra intervención

Entendemos que el sistema judicial debe adoptar medidas preventivas. Decidimos receptar la decisión de Melody sin abdicar a nuestra responsabilidad en la vigilancia de su integridad. Nos mantenemos atentos para reactivar el proceso si ella lo considera necesario, sin iniciar uno nuevo. Este compromiso combina empatía, conocimiento especializado y una firme adherencia a los principios de derechos humanos.