En el marco de la Diplomatura del Abogado del Niño, dictada por el Colegio de Abogados de Tucumán conjuntamente con la Universidad San Pablo T (USPT), reflexionamos sobre la importancia de la defensa técnica de niños, niñas y adolescentes en los procesos de filiación. La garantía judicial de ser oídos y participar con asistencia técnica es fundamental en cualquier proceso judicial o administrativo que pueda afectar sus derechos.
Según la legislación argentina, esta garantía está prevista en la Constitución Nacional, la ley especial 26.061 (Sistema de Protección Integral de Derechos para NNA), el Código Civil y Comercial de la Nación, y los códigos procesales de diferentes regiones. Es esencial que, independientemente de la existencia de conflictos de intereses con los representantes legales, se otorgue esta asistencia legal, ya que protege el derecho del niño a participar activamente en los procedimientos.
En los procesos de filiación, ya sean biológicos, por técnicas de reproducción humana asistida (TRHA) o adoptivos, es vital garantizar la intervención de un abogado que represente los intereses del niño, especialmente cuando hablamos de su capacidad progresiva. Esto se alinea con las garantías convencionales y procesales que refuerzan su derecho a una defensa técnica adecuada en decisiones que impactan su vida.
En el encuentro del 12/09/2024, recorrimos casos e historias de niños, niñas y adolescentes cuya participación fue real y protagónica para la concreción de una identidad dinámica (desde el afecto) y estática (desde la biología). No es una cuestión exclusiva de «grandes»; al contrario, son temas “de chic@s” –identidades- que, según sus facultades evolutivas, puede ser definida por ell@s. La incorporación del Abogado del Niño como figura clave dentro del marco procesal es un gran avance, no solo en términos legales, sino también como un reflejo del compromiso con los derechos humanos y la protección integral de la niñez.