El problema: ¿Cuánto puede demorar un niño en obtener su identidad legal? En muchos países de América Latina, los procesos de filiación se extienden durante años, dejando a los niños sin un reconocimiento legal efectivo. Un caso reciente llevado ante la Corte IDH expone cómo la imposibilidad de obtener pruebas de ADN privó a un niño de su derecho a la identidad. Lo que debería ser un derecho inmediato se convierte en un laberinto de burocracia y demoras que afecta su presente y futuro.
Un reciente caso (Nº 12.815) elevado por la CIDH contra el Estado peruano expone una dura realidad: un niño (hoy adulto) que pasó años sin poder ser reconocido legalmente debido a obstáculos judiciales y la imposibilidad de realizar pruebas de ADN tras la cremación del cadáver de su presunto padre.
Sin un nombre y apellido legalmente reconocidos, los niños quedan en un limbo jurídico. Sin acceso a derechos básicos como la educación y la salud, sin certezas sobre su origen, sin protección ante el sistema.
Cuando los sistemas de justicia no se adaptan, la infancia paga el precio. Es urgente modernizar y agilizar los procedimientos para garantizar que ningún niño crezca sin una identidad legal definida. Los sistemas de justicia deben ser ágiles, eliminar trabas innecesarias y garantizar un acceso real y efectivo a la identidad desde la infancia. El factor TIEMPO impacta. Los derechos de los niños no pueden depender de un trámite burocrático ETERNO.
La invitación: Es momento de reflexionar y exigir mejoras en los procedimientos legales. ¿Cómo podemos hacer que la justicia sea más accesible para la infancia? Dejemos de asumir que los niños pueden esperar.