Eduardo Couture, destacado abogado uruguayo, nos brinda un valioso decálogo que destaca las cualidades esenciales para abogados y jueces. Entre sus enseñanzas, enfatiza la importancia del estudio constante, la competencia técnica y la capacidad de adaptación a los cambios en la normativa y jurisprudencia. Aquí comparto algunas de las principales cualidades de un buen abogado según Couture:

  • Estudio constante: el derecho se transforma continuamente. Sin un estudio constante, el abogado corre el riesgo de quedarse atrás.
  • Conocimiento de las normas de derecho existente (derecho positivo, doctrina y jurisprudencia).
  • Actualización permanente en el conocimiento de dichas normas.
  • Preparación y estudio eficaz del asunto encomendado, que incluye el análisis de los hechos, la aplicación adecuada del derecho y el empleo correcto de los procedimientos necesarios para la resolución del caso.
  • Capacidad de captar el problema jurídico que implica una situación controvertida.
  • Habilidad para defender los intereses del cliente.
  • Compromiso con la Justicia: tener un compromiso inquebrantable con la construcción de la paz y el bienestar común.

El Decálogo de un Buen Juez

Basándonos en los principios de Couture y adaptándolos a la judicatura, propongo un decálogo para un buen juez, con énfasis en la justicia y la equidad, pilares de la función

  1. Integridad y Ética: mantener siempre la integridad y actuar con ética en todas las decisiones.
  2. Imparcialidad: sin dejarse influenciar por prejuicios o intereses externos.
  3. Conocimiento Jurídico: tener un profundo conocimiento del derecho y mantenerse actualizado con las leyes y jurisprudencia.
  4. Capacidad de Escucha
  5. Empatía y Humanidad
  6. Claridad en la Comunicación
  7. Decisión Valiente: tomar decisiones justas incluso cuando son impopulares.
  8. Paciencia y Calma: mantener la calma y la paciencia, especialmente en situaciones de alta tensión.
  9. Transparencia: dentro y fuera del proceso.
  10. Compromiso con la Justicia: tener un compromiso inquebrantable con la construcción de la paz y el bienestar común.