Este dato revela una realidad alarmante que afecta la salud emocional, física y académica de nuestros estudiantes, generando entornos escolares inseguros con efectos profundos y duraderos.
Además de esta violencia en el contexto escolar, se identifican otros tipos que ocurren dentro y fuera del aula: entre estudiantes, entre la comunidad educativa y estudiantil, y aquella originada en la violencia intrafamiliar, cuyo impacto también llega directamente a las aulas. El impacto de las órdenes judiciales dispuestas entre adultos y que involucra a los niños, niñas o adolescentes. Disposiciones a favor de NNA que restringen contactos con alguno de los progenitores o referentes afectivos.
En nuestro taller «Niñez, Adolescencia, Educación y Violencias», realizado especialmente con y para educadores de nivel inicial y secundario, abordamos herramientas prácticas y estrategias concretas para detectar, prevenir y gestionar estas situaciones.
Trabajamos desde la regla práctica del reconocimiento de las “Tres Q”:
¿Qué veo?
¿Qué no veo?
¿Qué puedo hacer?
Educadores conscientes y preparados son esenciales para promover una convivencia saludable y respetuosa en la escuela: dentro y fuera del aula, entre estudiantes y adultos.
La indiferencia también es una forma de violencia.
(Fuente: Bullying Sin Fronteras, relevamiento AMBA, Provincia de Buenos Aires, 2022)
