El Juzgado Civil en Familia y Sucesiones Única Nominación de Monteros resolvió un caso de incumplimiento de régimen de comunicación entre una niña, Ivy, su madre no conviviente, Viviana, y su hermana Gaby. A pesar de la sentencia previa que establecía un régimen comunicacional progresivo, el progenitor conviviente, Sr. A., obstruyó consistentemente los encuentros, ignorando tanto la orden judicial como las medidas de conciliación.

El tribunal concluyó que la conducta del Sr. A. vulnera los derechos fundamentales de Ivy, incluyendo su derecho a la vida familiar, al contacto con su madre y su hermana, y a la integridad emocional. Además, la falta de colaboración del padre deterioró irreversiblemente los vínculos familiares. En respuesta, el juzgado dictó medidas severas, entre ellas:

  1. Inhabilitación del Sr. A. por 36 meses para ocupar cargos públicos, recibir promociones o ascensos laborales, obtener créditos, subsidios o ser contratista del Estado.
  2. Inclusión del Sr. A. en registros de deudores como una forma de penalización.
  3. Recomendación para que el Sr. A. reciba terapia con reportes regulares al juzgado, buscando modificar sus pautas de interacción familiar.

La sentencia prioriza los derechos de las niñas y la madre afectadas, señalando que cualquier intento coercitivo de revinculación sería contraproducente dada la situación emocional actual de Ivy. Asimismo, el tribunal deja abierta la posibilidad de restablecer el vínculo cuando las condiciones sean favorables.