1. La justicia no es un acto de poder, sino de equilibrio.
  2. El juez debe ser imparcial, pero no inanimado: la humanidad es su esencia.
  3. Donde la ley guarda silencio, la conciencia del juez debe hablar.
  4. La imparcialidad no es suficiente; el compromiso con la justicia es indispensable.
  5. La sentencia es una creación de la mente y el corazón del juez.
  6. No basta con aplicar la ley; hay que garantizar que haga justicia.
  7. El proceso judicial es un diálogo, no una imposición.
  8. Hacer justicia es construir un futuro cimentado en la dignidad y la libertad.
  9. La justicia es movimiento constante: evoluciona con la sociedad, se adapta a sus necesidades y transforma las leyes en herramientas vivas al servicio de la humanidad.